viernes, 20 de enero de 2012

Es como si estuvieras gritando sin que nadie te pueda oír.
Casi te sientes avergonzada de que alguien sea tan importante, que sin ellos te sientes como nada. Nadie podrá entender lo mucho que duele.

Te sientes desesperado, como si nada pudiera salvarte.
Y cuando todo acaba y él se haya ido, hasta deseas que lo malo regrese para que puedas tener lo bueno.

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