Extraña razón…

… aquella por la que cuando vamos a casa de un amigo a ver una película, siempre acabamos haciendo de todo menos ver la peli.
De eso va la entrada de hoy: Cómo ver una película de miedo.
Siempre esperamos aquel silencio mientras comes palomitas, que tus amigos estén callados y pendientes de cada escena. Pero… ¿Para qué nos vamos a engañar? Eso nunca ha pasado.


Pues bien, 21 de octubre de 2011. Lo primero es que estábamos viendo la película en una pantalla de ordenador porque no iba el DVD, el sonido era pésimo, Miriam no callaba ni bajo agua, no había palomitas, pero pasa eso están las patatas, que más que quitarte el hambre, molestan al de al lado por el ruido que haces al masticar. Pero bueno, la intención es lo que cuenta, ¿no? e.e Pues ya está, nosotras cuatro nos sentamos en el sofá muy peripuestas. Sí, éramos cuatro, aunque en el vídeo solo se nos vea a tres. Es que Sandra quiere permanecer en el anonimato o algo, nunca quiere salir. Eso sí, un bonito mechón de pelo nos mostró.
Pues nada, acá os dejo el vídeo.~
Espero vuestros comentarios, y si ya os suscribís al blog, chachipistachi. e.e Ok, ya está.
Dentro vídeo. (?)

Es como si estuvieras gritando sin que nadie te pueda oír.
Casi te sientes avergonzada de que alguien sea tan importante, que sin ellos te sientes como nada. Nadie podrá entender lo mucho que duele.

Te sientes desesperado, como si nada pudiera salvarte.
Y cuando todo acaba y él se haya ido, hasta deseas que lo malo regrese para que puedas tener lo bueno.