lunes, 6 de junio de 2011

Calcular la imbecilidad de una persona.

En esta vida hay muchas formas de calcular; de cabeza, con la calculadora, contando con los dedos…
Pero, ¿cómo se calcula la subnormalidad de una persona?
Seguro que nadie se ha planteado eso nunca, porque simplemente parece imposible.
Pues no, señores, no es imposible. Esto es cuestión de probabilidad, sí, ese tema que hay en el libro de matemáticas que tanto asusta (?).
Si dentro de una bolsa hay 4 bolas, de las cuales 2 son azules y las otras 2 rojas, la probabilidad de sacar azul es de ½ = 50% y la probabilidad de sacar una bola negra es un suceso imposible=0%.
Pues teniendo como referencia ese ejemplo podemos calcular lo subnormal que es una persona.
La probabilidad de que una persona se dé una hostia es un suceso imposible para una persona con dos dedos de frente, pero ¿y para una persona imbécil?
Para este tipo de persona la probabilidad de darse la hostia es muy elevada, casi que roza un 100 % en cuestión de estadística.

Pongamos un ejemplo:
Nuestra querida Alba, semipropietaria de este blog, la probabilidad de que ella se dé un guantazo es de 0.00001%, pero eso no quiere decir que sea inteligente, porque la lista ha escrito en un examen de inglés abaut -.-", aunque eso es un caso aparte. Conclusión, Alba no es subnormal, porque no se pega a sí misma.

Vayamos al ejemplo dos… ejem…
Nuestra adorada Yoli, la otra semipropietaria del blog que es cagada por palomas los días de examen, la probabilidad de que ella se dé una hostia sobrepasa el límite, para concretar, un 102%. ¿Ella es subnormal? Sí, pero no le preocupa, porque ella no escribe abaut ;D , simplemente habla con microondas (?).

Entonces… ¿cada vez que me doy una hostia es prueba de que me estoy volviendo subnormal?
No, hijo… simplemente eres gilipollas -.-



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